
De die in diem
En la obra Derecho Constitucional los autores Carpizo y Carbonell (2009) realizan una didáctica aproximación al derecho constitucional. Destacan que nuestra Constitución es rígida, pues existe un órgano y un procedimiento especiales para su reforma. Según los autores, en el artículo 135 se encuentra el fundamento legal que establece el poder revisor de la Constitución. Acorde con el paradigma garantista, este poder es jerárquicamente inferior al constituyente y por lo tanto no podría modificar algunos de los preceptos establecidos por el primero. Aunque el poder máximo lo ostenta la misma Constitución, porque el procedimiento y el órgano que la reforman son constitucionales y no son externos. Sin embargo, no existe impedimento alguno para modificar lo establecido por el constituyente, salvo la prohibición que los autores citan cuando mencionan la facultad que tiene el Presidente para suspender algunas garantías; la Convención Americana de los Derechos Humanos prohíbe la suspención de derechos contenidos en la misma convención. Lo que no sería un impedimento para que en caso de reformarse la Constitución en contra de lo establecido en la Convención, se denuncie la Convención por efecto de la supremacía constitucional. Aunque se tenga una constitución rígida, los autores no pasan por alto el sistema presidencial y citan a Diego Valadés, para quien la Constitución ha resultado ser extremadamente flexible. A partir del cambio en la situación política del país, se activaron mecanismos constitucionales que devinieron en impedimentos para su reforma. En primer lugar, los autores citan el control que podría tener el Poder Judicial de la Federación sobre la reforma constitucional a propósito del Amparo Camacho. En segundo lugar, la composición plural de las Cámaras da lugar a que al Congreso de la Unión se le dificulta obtener las dos terceras partes de los votos asistentes. Y en tercer lugar, la creciente importancia que las legislaturas locales han tomado en el proceso de aprobación de reformas constitucionales. Los autores hacen una distinción entre derechos humanos, garantías individuales y derechos fundamentales. Los derechos humanos son ideas abstractas, mientras que la garantía es una idea individualizada y concreta. Los autores citan a Fix-Zamudio para quien el concepto de garantía no puede equivaler a un derecho. La garantía se define como el medio para hacer un derecho eficaz. En ese sentido, Ferrajoli en su obra Derechos y garantías. La ley del más débil (2009: 44) hace la distinción entre garantía primaria y garantía secundaria. La garantía secundaria se activa cuando la primera es violada. De esta forma, Ferrajoli establece que si un derecho no es justiciable, no es garantía. El sentido justiciable es entendido como la presencia de órganos y procedimientos establecidos para aplicarlo. Carpizo y Carbonell distinguen entre el derecho humano y el derecho fundamental. Los derechos fundamentales se encuentran contemplados en la Constitución y en los tratados internacionales. Los derechos humanos son una categoría más amplia y de menor rigor jurídico que los derechos fundamentales. Los derechos humanos se presentan como expectativas de derechos que no necesariamente están previstos en la norma jurídica, verbigracia; el derecho al agua o el derecho a internet. De tal forma que algunos derechos humanos serán derechos pero no jurídicos. A este respecto, Ferrajoli estipula que
Hace unos días leí un artículo en The Economist sobre lo que podría ser el primer ataque cibernético dirigido hacia Irán. Se trata de un gusano llamado Stuxnet que infecta sistemas de control industrial. La complejidad del gusano sugiere que se trata de la obra de un grupo de expertos en seguridad informática muy bien financiado. Aunque el autor del artículo se cuida de no mencionar quién lo financió, se comenta que pudo ser obra de Israel o de los Estados Unidos de América. ¿Cuál es el propósito específico de este gusano? Afectar la operación de una planta específica o de un determinado proceso industrial. A estas alturas de la lectura, el lector se preguntará sobre la intención del gusano o sobre el porqué se sabe que fue dirigido a Irán y no a cualquier otro sistema de control industrial. Bueno, el gusano Stuxnet infectó algunas máquinas de control industrial en Alemania sin causarles daño alguno. El objetivo del ataque fue Natanz, en Irán, y en especial unas máquinas centrifugadoras en el complejo nuclear. El ataque cibernético fue exitoso porque logró retrasar los planes para construir armas nucleares en Irán. El gusano aprovecha una debilidad del impenetrable sistema operativo windows. Si los iraníes hubieran utilizado un sistema operativo de código abierto como linux, hubieran podido corregir los errores o bloquear el uso de memorias USB como aparentemente se propagó el gusano. Pero como aquí se dice; si mi abuela tuviera ruedas sería carreta. Cabe preguntarse si la debilidad del sistema operativo windows no es una fortaleza del sistema de seguridad nacional de los Estados Unidos de América.
Si la democracia se define por la capacidad de llegar a acuerdos entre intereses contrapuestos; ¿por qué se niega la posibilidad de negociar una candidatura común en el Estado de México?
En la historia sólo un poder igualmente fuerte fue capaz de vencer y controlar el poder del Rey. ¿Por qué dos partidos políticos no pueden unir sus fuerzas para vencer y controlar un partido que con recursos públicos se ha hecho poderoso?
Calasso afirma que Helena dictó a Homero su historia para que la cantara. ¿Cómo no creerle a Calasso? Cuando Helena cuenta sobre su rapto, Homero escribe sobre el rapto por París y no sobre rapto por Teseo del que Helena hablaba.
Como bien dice Calasso, la guerra de Troya se peleó por un simulacro. ¿Por qué? Pues Helena no estaba en Troya, peleaban por una mujer ausente, un simulacro. Calasso cita a Horacio para justificar que “ya antes de Helena el coño fue causa tremenda de guerra”.
En el blog de Antonio Martín Ortíz encontré un fragmento de la heroída XVII escirta por Publius Ouidius Naso. Las heroídas eran cartas de heroínas a sus amantes o amados.
“[Si me estuviese permitido no haber leído, Paris, lo que he leído, conservaría como antes mi condición de honrada.] Ahora, después de haber violado tu carta a mis ojos, la gloria de no contestar me parece insignificante. Has osado, extranjero, profanando la sacrosanta hospitalidad, poner a prueba la legítima fidelidad de una esposa. ¿Sin duda para esto a ti, arrastrado por mares expuestos a todos los vientos, te acogió en su puerto el litoral Tenario [Esparta], y, aunque vinieras de un pueblo remoto, nuestro palacio no te cerró las puertas, para que la injuria fuese la respuesta a tamaño servicio? El que así entrabas, ¿eras huésped o enemigo?
Después de haber visto la película que mencioné en el post anterior, no puedo dejar de pensar que la belleza que seduce hacia la muerte se llama Helena. A través de la belleza se comunicaban los mortales y los inmortales en el Olimpo. Para el autor de Las bodas de Cadmo y Harmonía por el aprecio a la belleza los Olímpicos perdonan a sus mujeres, aún cuando los vencen. Los mortales no saben perdonar a las mujeres bellas. El Calasso mortal describe a Helena como adúltera, exhibicionista, traicionera y carehente de virtud, pero el Calasso inmortal la reivindica cuando dice que:
En palabras de Alfonso Reyes, Helena siempre ha dicho: “Si en algo me complazco yo es que todos los hombres me hagan su esclava”. El autor deja en claro cuál es su opinión de Helena al escribir:
Pero Aquiles piensa que no es necesario conversar con Elena: basta contemplarla. Tiene razón. Y, sin quererlo, por el hábito de la duda metódica, tan desarrollado en los seres de doble esencia, se pregunta si, después de todo, Elena será tan hermosa como dice la fama. Medita, compara y resuelve: —Es, en verdad, muy linda. Pero ese cuello blanco, tan largo…Bien se ve que es hija del Cisne. Elena, aunque acostumbrada a estos chismorreos vulgares que corren entre las comadres a propósito de su paternidad y su nacimiento, protesta con una patadita ligera. (¡La infiel tiene unos pies de diosa!) Y, ya irritada, insiste con un tonillo impertinente: —~Aquiles! ¡Aquiles! ¡Centauros te habían de educar, que no en la corte del rey de Francia! Por los pies de plata de tu madre, ¿no me harás caso? Escucha: ¡Oh, cuán puros éramos ayer! ¿Qué me respondes?"
Hoy ví la película RocknRolla y un diálogo llamó tanto mi atención que lo transcribí. En la escena está Johny tocando el piano en un bar, tratándole de explicarle a su amigo Pete.
JOHNY: You see that pack of Virginia killing sticks on the end of the piano? PETE: Yes. JOHNY: All you need to know about life is retained within those four walls. You will notice that one of your personalities is seduced by the illusions of grandeur. A gold packet of king size with a regal insignia. An attractive implication toward glamour and wealth. A subtle suggestion that cigarettes are indeed your royal and loyal friends. And that, Pete, is a lie. JOHNY: Your other personality is trying to draw your attention to the flip side of the discussion. Written in boring, bold, black and white, is the statement…that these neat little soldiers of death, are, in fact, trying to kill you. And that, Pete, is the truth. JOHNY: Oh, beauty is a begulling call to death and I’m addicted to the sweet pitch of its siren. JOHNY: That that starts sweet ends bitter. And that which starts bitter ends sweet. JOHNY: That is why you and I love the drugs…and that is also why I cannot give that painting back.
Mi profesor; el doctor Juan de DIos González Ibarra, no es simpatizante del positivismo jurídico, y cuando se debate el punto recurre al argumento reductio ad hitlerum para descalificar al positivismo. El argumento reductio ad hitlerum es una falacia del tipo “el positivismo jurídico sostuvo al régimen nazi, entonces el positivismo debe ser malo”. Aunque Alonso Ruiz Miguel en El positivismo jurídico a examen afirma que Garzón Valdés y otros demostraron que los positivistas no fueron los primeros en apoyar estos regímenes.
La señora Wallace, Eduardo Gallo y Alejandro Martí se enfrentaron a la parálisis del gobierno por la razón de que a todos ellos les habían secuestrado y asesinado a un hijo o hija.
Por lo triste que es perder una hija a manos de la delincuencia, uno tiene que buscar y encontrarle un sentido a lo que no tenía razón y qué mejor sentido que tratar de luchar para que este tipo de eventos no ocurran en otra familia, no haya otras familias desgarradas por el dolor de una hija secuestrada y asesinada."