
De die in diem
Al leer el blog de Ricardo Medina Macías, me doy cuenta que no estaba tan equivocado. En el post “Recobrar la libre flotación, pero ¿cuál?” dice:
“Tal vez hoy sea el momento oportuno para que la Comisión de Cambios, que preside la Secretaría de Hacienda, reconozca que fue un error intervenir en el mercado mediante las subastas extraordinarias de divisas.”
Y concluye su post con una propuesta:
“La otra opción es hacer del dólar moneda de curso legal, conviviendo con el peso, y dejar que la ley de Gresham (la moneda buena desplaza la mala o, en términos de gasto y de pago de deudas, a la inversa: la mala desplaza a la buena) haga su trabajo, es decir: dejar que los mercados decidan.”
El jueves el Banco de México subastó mil noventa y seis millones de dólares para “contener” el tipo de cambio. La política de banda de flotación no es tan noble como la libre flotación de la moneda y por esa razón Chile abandonó esa política. Como diría el filósofo de güelmes (el original y no el plagiario) las reservas internacionales duran hasta que se acaban.
De acuerdo con el artículo 21 de la Ley del Banco de México la Comisión de Cambios está integrada por “el Secretario de Hacienda y Crédito Público, en su ausencia, por el Gobernador y, en ausencia de ambos, por el subsecretario que designe el Titular de la citada Secretaría. Quien presida la sesión tendrá voto de calidad en caso de empate.”
A la presidenta de Argentina; la señora Cristina Fernández de Kirchner, se le ocurrió la puntada de reestatizar el sistema de pensiones privado creado durante la etapa de “neoliberalismo” del Presidente Carlos Menem. Siempre sobran los buenos propósitos para robarse las pensiones: salvar el sistema que estaba quebrado por la crisis financiera mundial.
En realidad lo que estaba quebrado era el gobierno de Fernández de Kirchner. Ya se pronostica un default a los pagos de la deuda soberana. Desde ayer que se conoció la decisión Argentina desapareció del mapa financiero mundial. La bolsa en Argentina bajó 10 por ciento y Madrid 8 por ciento.
Ante la crisis financiera mundial los progres se apresuran a anunciar a los cuatro vientos la muerte del capitalismo. En la maestría, mi profesor de “Epistemología de las ciencias políticas y sociales” el doctor Juan de Dios González Ibarra se unía a los festejos y alababa la intervención del Estado en el rescate financiero en los Estados Unidos de América. ¿Y la responsabilidad del Estado en la gestación del problema?
A los tres lectores del blog les recomiendo las amables palabras que a bien tuvo mi muy estimado y respetado Ramón Mier dirigirme en comentario a un post y al cual he dado puntual respuesta esperando con ello contribuir en algo al debate de lo cotidiano.
El viernes pasado se perdieron el 10% de las reservas internacionales tratando de sostener la cotización del peso. En un post anterior critiqué el hecho de que bancos internacionales utilizaran a sus filiales mexicanas para acumular reservas y mejorar sus balances. Por otro lado hubo una fuerte salida de inversionistas internacionales que vendieron sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores. Recibieron pesos y los cambiaron por dólares para salir del mercado. Hasta aquí todo bien, todo legal.
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Ayer asistí al festejo por los 40 años de “El TRI”. Dejó de ser una banda de rock para locos marihuanos, a ser un referente colectivo que nos define como contemporáneos. No conozco a un joven que no conozca “Triste Canción de Amor” o “A.D.O.”
Gracias a los códigos que aparecen en las tapa roscas de las cocas zero me hice de un par de entradas para este concierto. El desfile de artistas: Celso Piña, Lalo Tex, Charly Montana, Molotov, Charmín Correa, Miguel Rios et al. me recordaron las jornadas extenuantes de conciertos del festival de Rock and Rio II que disfruté igualmente por cortesía de Coca Cola.
El Universal comenta que el Banco de México se ha gastado 9 mil millones de dólares o un 10% de las reservas tratando de apuntalar al peso sin conseguirlo. Lo que cuesta una refinería fue gastado ayer en una causa inútil. El Secretario de Hacienda y el Gobernador del Banco Central deberían presentar su renuncia.
¿Porqué es una causa inútil defender al peso? Porque como se demostró en el sexenio de Salinas, defender al peso con las reservas y echarlas al fuego son la misma cosa. Lo mejor es dejarlo fluctuar libremente y alcanzará nuevos precios y el mercado regulará el precio al que deba colocarse la divisa.
Autor: Guillermo López Langarica